Era una plática común y corriente cuando de repente, mi madre me hizo una pregunta: una pregunta tan sencilla de responder y yo simplemente me quedé muda, sin palabras........ algo tan fácil como un "Si" o un "No" se convirtió en un balde de agua fría que me sacudió y me hizo reaccionar que algo no anda bien.
Es curioso el hecho de que si esa msma pregunta me la hubiera hecho hace unos años atrás, la hubiera contestado enseguida pero el día de hoy, en mi realidad actual no fue así.
No sé el porqué, sin embargo es algo que me dejó muy pensativa al respecto. El tema ya era algo que había dejado atrás y había "aceptado" o mejor dicho, me acostumbré a vivir con ello y no quería desgastarme pensando y analizando la situación porque lo único que arrojaría serían más dudas e incertidumbres. Pero debo de admitir que aquella pregunta puso a temblar mi mundo, mi mente y mi corazón.
Me encantaría que al terminar de escribir estas líneas la respuesta llegará a mí por arte de magia o como una catársis pero se muy bien que no será así.
Bien dicen que "más sabe el diablo por viejo que por diablo" y es justamente gracias a esto que recuerdo lo que una vez mi abuela me dijo: una frase la cual no estaba de acuerdo pero hace tiempo se convirtió en mi rayito de esperanza y mi guía. Y hoy me cobijo en esa idea, idea que me consuela y me muestra la posibilidad de estar actuando correctamente.
